Verde, es uno de tantos gatitos que nacen en cualquier sitio, sin ningún tipo de amparo, su mamá directamente es era una gatita callejera, pero sus hijitos aparecieron solitos en el jardín de una iglesia, de su mamá ya no se supo nada más. Verde se merecía una oportunidad y no ser un gatito callejero del que de un día para otro ya no se sabe que ha sido de él. De momento su comienzo de vida es otro ya que lo han rescatado y ahora espera encontrar una familia.
BL/