Mireia es una amante de los gatos que se dedicó durante 14 años a ser auxiliar en una clínica veterinaria. “Toqué temas de terapias con perros, adiestramiento y otras ramas, pero me llamó la atención el gran desconocimiento y la necesidad que hay en torno al comportamiento de los gatos”, cuenta.

“El gato procede de una especie solitaria y territorial, una carga genética que es muy importante en nuestro gato doméstico y que es la clave para comprenderlos”, explica.

“Para entender bien a los felinos tienes que conocer la base de la biología de la especie, su fisiología, el comportamiento natural de la especie (su etología específica) y entonces podrás aprender a tratar los problemas de conducta”, detalla la experta.

Resume que es necesario saber también el comportamiento social con las personas y sus compañeros de especie, cómo se comunican, qué emociones sienten y cómo las exteriorizan. “Por desgracia, el repertorio de señales en comunicación felina no es tan rico como en perros, ya que el ancestro del gato no era muy comunicativo: solo se encontraba con otros gatos para aparearse y para criar a la descendencia”