Marco debió perder de vista a su mami y para pasar la noche se refugió en un motor, donde seguramente pudo pasar la noche calentito. Por la mañana un golpe lo despertó y pudo ser rescatado de una muerte al haber arrancado. Ahora necesita una segunda y última oportunidad, una estupenda familia con la que compartir su vida. Seguro que donde vaya llevará su suerte y años de amor y mimos.
Si buscas un compañero cariñoso no dudes en adoptar a Marco.
Se entrega desparasitado, chipado, testado en leucemia e inmuno negativo y vacunado.